El economista francés, autor de Capital e ideología, defiende que Francia, Italia y España pongan en marcha la emisión de bonos conjuntos en sendas entrevistas con France Inter y Politico.
El ministro holandés de Finanzas no excluye los recortes tras la crisis del coronavirus: «No podemos descartarlo».
Por Andrés Gil
Madrid, 30 de abril (ElDiario.es).- ¿Qué hacer con la burbuja de deuda que están acumulando los países para responder a la crisis del coronavirus? ¿Hasta dónde debe llegar una respuesta de un área con una moneda común? El economista francés Thomas Piketty, autor de Capital e ideología y de El Capital del siglo XXI, defiende que, ante el veto de Alemania, Holanda y otros países del norte a la emisión conjunta de eurobonos, los países que sí lo defienden, como Francia, España o Italia, deberían lanzarse a hacerlo.
«Hay que hablar sobre las implicaciones de la deuda para Europa: tengo grandes preocupaciones sobre la falta de preparación a nivel europeo sobre lo que vendrá después», explica el economista en France Inter: «Podríamos haber hecho más. En particular, ya podemos ver la necesidad de invertir en el sistema de salud que deberíamos haber hecho antes, que se ha descuidado demasiado en los últimos años».
«En general», sostiene Piketty, «el confinamiento revela con toda crudeza las desigualdades entre las personas que están confinadas en casas de campo, en grandes apartamentos y otros que están en viviendas muy pequeñas. Todas las personas sin hogar han sido totalmente descuidadas, se les ve pidiendo comida y deambulando por las calles de París y las principales ciudades. Los sin papeles. Hay ciertos países, como Portugal, que han decidido regularizarlos, al menos de forma temporal, para que al menos puedan ocuparse de ellos».
El economista aborda el reto de cómo salir de la crisis: «Cuando hablamos de reinversión y reactivación de la actividad económica, debemos aprovechar esta oportunidad para no reiniciar exactamente como estábamos antes. ¿Cuáles son los sectores prioritarios en términos de reinversión? El primer sector prioritario es, por supuesto, la salud. ¿Qué significa que durante años se dijera que no teníamos dinero para la salud? Y nos hemos dado cuenta de que, de hecho, el número de camas de hospital en Francia había disminuido en los últimos diez años en los servicios de cuidados intensivos, lo que es extraño en un país que ha crecido en riqueza y ha optado por desinvertir en salud. No teníamos los materiales que necesitábamos para las máscaras, para los tests…».
«Si hay un sector en el que deberíamos invertir masivamente es en la salud», defiende Piketty, «en los servicios públicos, como la educación. Debemos tener un gran plan de reinversión en servicios públicos, en salud, en educación, en universidades, medios digitales. Porque básicamente, este es el verdadero desafío del futuro».
En cuanto al problema de la deuda, Piketty señala que «proviene del hecho de que constantemente estamos reduciendo los impuestos a las personas privilegiadas y falta voluntad de encontrar un sistema fiscal justo».
«También es necesario que en relación con la deuda tengamos que tomar decisiones extremadamente valientes y extremadamente colectivas en Europa», abunda el economista: «Ya no podemos continuar con este sistema donde tenemos vetos de países como Alemania. Es importante que Francia ofrezca hoy a Italia, a España, un sistema que permita tener una deuda común y compartir la tasa de interés. No se trata de pagar las deudas de otros, al contrario de lo que a algunos responsables políticos quieren hacer creer en los Países Bajos. Estamos hablando de agrupar la tasa de interés externa, para garantizar que los diferentes países, como Italia o España, no estén sujetos a la especulación financiera que, de la noche a la mañana, elevará sus tasas de interés y destruirá por completo sus presupuestos públicos. Hay una propuesta muy detallada que ha hecho Lucas Chancel. Y dicho sistema debe estar abierto, obviamente a Alemania, a los Países Bajos, a todos los países que quieran participar. Pero no podemos funcionar en esta crisis con este sistema de veto permanente: tienes opinión pública en Italia, en España, en Francia, que exige más solidaridad a nivel europeo y que solicita un cambio de rumbo con más justicia fiscal con respecto a las empresas».
«Si tuviéramos una asamblea para discutirlo en la zona euro, habría una mayoría para ir en esta dirección. No podemos seguir teniendo derechos de veto como el de los países que impiden el progreso. Creo que deben hacerse propuestas para ir más allá, y eso es lo que finalmente llevará a Alemania y los Países Bajos en la dirección correcta porque no pueden quedarse afuera», insiste Piketty.
«Cuando oigo al Gobierno holandés decir que no quieren compartir los tipos de interés del sur», prosigue Piketty en Politico, «porque no quieren repagar la deuda del sur, viniendo de un país que está extrayendo casi 10.000 millones al año en impuestos, de acuerdo con los estudios, es que es peligroso».
«Tienes algunos políticos, en particular en Holanda y Alemania, diciendo que esto tiene que ver con repagar la deuda. Claro que lo es, pero es un asunto sobre tasas de interés mutuas, el hecho de que no puedas decir: «Perfecto, estoy en el lado correcto de los mercados financieros. Porque una comunidad económica y política como la eurozona o la UE no puede organizarse de acuerdo con las reglas de los mercados financieros».
Piketty entiende, por tanto, «que la eurozona y la UE son muy frágiles, en primer lugar porque no puedes tener una moneda común sin un presupuesto común, sin armonización fiscal y 19 tasas de interés distintas. Los mercados pueden especular con la fortaleza económica de los diferentes países. La prima de riesgo de Italia y España irá cambiando en los próximos meses o años, y nuestra unión monetaria será frágil. Una vez que pierdes la soberanía monetaria y no puedes devaluar tu moneda, necesitas algo a cambio, como estabilidad en tus tasas de interés. Por eso hay que hablar del problema de la unanimidad en asuntos presupuestarios. No funciona, simplemente no funciona».